El Plan de Igualdad se ha convertido en un elemento clave para las empresas, no solo por su obligatoriedad legal, sino también por su impacto en la cultura corporativa. En este artículo descubrirás qué es, a quién aplica, qué beneficios aporta.
¿Qué es un Plan de Igualdad?
Un Plan de Igualdad es un conjunto organizado de medidas que buscan garantizar la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en la empresa, así como eliminar la discriminación por sexo y la brecha salarial.
Su implementación es clave para integrar la igualdad tanto en las relaciones laborales como en todos los ámbitos de la gestión organizacional, avanzando así hacia una igualdad real y efectiva.
Al tratarse de un documento personalizado y complejo, cada empresa debe adaptarlo a sus particularidades, por lo que es fundamental realizar antes un diagnóstico detallado. Por eso, no existe un modelo único: debe ajustarse a la realidad de cada organización.
¿Qué empresas tienen que tener un Plan de Igualdad?
Aunque bien es cierto que un plan de igualdad es algo totalmente deseable en cualquier empresa, no todas están obligadas por ley a tener uno.
Desde el 7 de marzo de 2022, las empresas con 50 o más empleados deben contar con un Plan de Igualdad que incluya un diagnóstico inicial, medidas concretas para corregir desigualdades y un sistema de seguimiento y evaluación.
Además, con la actualización de la Ley 4/2023, estas empresas también están obligadas a incluir en su plan medidas específicas para garantizar la igualdad real y efectiva de las personas LGTBI, especialmente de las personas trans, así como protocolos para prevenir y actuar frente al acoso o la violencia hacia este colectivo.
El Plan de Igualdad se ha convertido en un elemento clave para las empresas, no solo por su obligatoriedad legal, sino también por su impacto en la cultura corporativa. En este artículo descubrirás qué es, a quién aplica, qué beneficios aporta.
¿Qué es un Plan de Igualdad?
Un Plan de Igualdad es un conjunto organizado de medidas que buscan garantizar la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en la empresa, así como eliminar la discriminación por sexo y la brecha salarial.
Su implementación es clave para integrar la igualdad tanto en las relaciones laborales como en todos los ámbitos de la gestión organizacional, avanzando así hacia una igualdad real y efectiva.
Al tratarse de un documento personalizado y complejo, cada empresa debe adaptarlo a sus particularidades, por lo que es fundamental realizar antes un diagnóstico detallado. Por eso, no existe un modelo único: debe ajustarse a la realidad de cada organización.
¿Qué empresas tienen que tener un Plan de Igualdad?
Aunque bien es cierto que un plan de igualdad es algo totalmente deseable en cualquier empresa, no todas están obligadas por ley a tener uno.
Desde el 7 de marzo de 2022, las empresas con 50 o más empleados deben contar con un Plan de Igualdad que incluya un diagnóstico inicial, medidas concretas para corregir desigualdades y un sistema de seguimiento y evaluación.
Además, con la actualización de la Ley 4/2023, estas empresas también están obligadas a incluir en su plan medidas específicas para garantizar la igualdad real y efectiva de las personas LGTBI, especialmente de las personas trans, así como protocolos para prevenir y actuar frente al acoso o la violencia hacia este colectivo.
¿Cómo implementar un Plan de Igualdad?
Lo más importante es entender que cada plan de igualdad de empresa ha de estar diseñado a la medida de cada una que lo implanta. Por eso mismo, es una especie de documento vivo que, muchas veces, va incorporando variaciones sobre la marcha. Eso sí, hay tres puntos que ha de incluir todo plan de estas características:
- Una estructura por fases
- Un plazo para la ejecución de las medidas previstas
- La formación de la imprescindible Comisión de Igualdad